La Figura de Michael Myers
John Carpenter's Halloween (1978) [Michael Myers (Nick Castle) en el fondo, adelante Annie Brackett (Nancy Kyes)] |
La noche del 31 de Octubre de 1963 significaba un motivo más para que los niños del pequeño pueblo de Haddonfield en Illinois se divirtieran a lo grande. En un mar de disfraces tradicionales se engalanaban las calles, acompañados sin falta de aquellas viejas melodías pegadizas; que cantadas alegremente por los niños y sus acompañantes, exigían a los habitantes de cada casa desenvainar sus tazones de deliciosos dulces y entregarlos. Eso sí, bajo la amenaza de ser víctima de algún truco ideado por los insaciables pequeños.
¿Quién pensaría que muy cerca de allí se viviera en un escenario grotescamente opuesto?
Y sí, ahí está él; un payaso de apenas 6 años. Su máscara de sonrientes labios y nariz roja se iluminan tenuemente por las luces de la casa al frente del pequeño payaso. Es su casa.
Unos pasos al frente y se encuentra con la ventana que hace visible la sala de estar, y allí se encuentra Judith Myers; su hermana, junto con su novio. Digamos que se divierten mientras no tienen que cuidar del pequeño Michael.
¿Pueden imaginarse que tipo de batalla macabra se está librando dentro de la cabeza del pequeño Michael Myers? Lo único es que tal evento aparentemente desencadenará algo siniestro en su mente. Podemos hacer teorías de que Michael sintió celos al ver a su hermana con un tipo, que quizás no era de su agrado. Francamente no hay que pensar tanto, sólo dejarlo ir. Hay cosas que a veces no deben explorarse y ya.
Lo cierto es que posterior a aquella noche, luego de asesinar a su hermana mayor, Michael dejó de ser Michael. Se convertiría en una sombra, un alma perdida en una inmensa oscuridad y ahora... ahora, 15 años después del fatal suceso Michael regresaría a Haddonfield. Mejor dicho, eso regresaría a Haddonfield.
Nuestros sentidos se quedarían cortos frente a eso. Sólo podríamos escuchar su pesada respiración detrás de una siniestra máscara blanca que borra por completo cualquier rastro de humanidad que alguna vez existió en el hombre detrás de ella. En menos de tres segundos pasaríamos a ser víctima de su incomprensible y terrorífica naturaleza.
Y sí, Halloween es sólo una película (una de mis favoritas, por cierto). Influenció enormemente la era dorada del cine de terror en los 80s. Sin embargo, siempre me ha quedado esa sensación de realismo detrás de ella. A fin de cuentas los asesinos existen en todo el mundo y la historia está plagada de ellos, ¿qué tan ficción puede ser una película como Halloween?, para mí logra romper las barreras de la comodidad que disfrutamos en nuestros hogares. Aún no he conocido el caso de un tipo enmascarado entrando en una casa sosteniendo un cuchillo de sombrío filo (¡tampoco quiero conocerlo!), pero pudo haber pasado en algún lugar y tiempo.
He escuchado entrevistas con John Carpenter (director y guionista de Halloween) donde expresa que la naturaleza de Michael Myers no es humana. ¡Él no es humano!
Créanlo o no, es un concepto brillante. Carpenter lo define sencillamente como 'maldad pura', una simple personificación de la maldad; que no percibe diferencias en los seres humanos, pues todos son sus víctimas.
También puede verse como una idea pensada para reconfortarnos. Sí, eso. El hecho de que ciertamente en nuestro mundo ocurren sucesos mucho más siniestros que los que cuenta la película, somos los humanos causándolos y Michael Myers no es humano, ¡Tampoco hay que culparnos!.
En otra parte escuché que Michael Myers está tan loco que sus acciones no son de naturaleza humana, ¿mejor así?, no sé.
Existen profesionales dedicados a desentrañar los secretos oscuros detrás de las mentes más retorcidas de nuestros tiempos. Aún hoy en día es fascinante escuchar relatos sobre Jack "El Destripador" (Jack "The Ripper"), y quizás aún se puedan escuchar sus pasos por las calles de Londres. No debe ser fácil sufrir algún trauma tan severo que libere los instintos más primitivos de nuestra humanidad, y admiro a aquellas personas que día a día lidian con pacientes mentales, sin embargo no puedo evitar imaginar escenarios de terror cada vez que paso por un centro clínico que los alberga.
Michael Myers en la película se escapa cuando iba a ser trasladado a otro centro clínico, y su psiquiatra de cabecera, Samuel Loomis perdió todos los estribos al verlo irse de allí. Nadie conocía mejor su naturaleza que el propio Loomis, y de todo lo que la 'maldad pura' era capaz de hacer. Y bueno, así como me hago ideas al pasar por un centro clínico mental debe ser más inquietante tenerlo cerca a tu casa ¡vaya que sí!
Esto me trae nuevamente a mi punto; películas como Halloween trascienden la pantalla, y personajes como Michael Myers se sitúan en un macabro limbo entre lo real y lo ficticio. No quiero conocer a un 'Michael Myers', y tampoco tú, pero en alguna noche en la que el velo que separa nuestro mundo ordinario del mundo de los horrores se abra, las almas perdidas en el eterno bosque de sombras se alzarán y caminarán entre nosotros.
Ahora sólo imagínate estar tranquilo en tu lugar de residencia, asomarte por la ventana y ver una figura...una figura de aspecto humano, cuyo único contraste distinguible es su máscara blanca,
Michael Myers en la película se escapa cuando iba a ser trasladado a otro centro clínico, y su psiquiatra de cabecera, Samuel Loomis perdió todos los estribos al verlo irse de allí. Nadie conocía mejor su naturaleza que el propio Loomis, y de todo lo que la 'maldad pura' era capaz de hacer. Y bueno, así como me hago ideas al pasar por un centro clínico mental debe ser más inquietante tenerlo cerca a tu casa ¡vaya que sí!
Esto me trae nuevamente a mi punto; películas como Halloween trascienden la pantalla, y personajes como Michael Myers se sitúan en un macabro limbo entre lo real y lo ficticio. No quiero conocer a un 'Michael Myers', y tampoco tú, pero en alguna noche en la que el velo que separa nuestro mundo ordinario del mundo de los horrores se abra, las almas perdidas en el eterno bosque de sombras se alzarán y caminarán entre nosotros.
Ahora sólo imagínate estar tranquilo en tu lugar de residencia, asomarte por la ventana y ver una figura...una figura de aspecto humano, cuyo único contraste distinguible es su máscara blanca,
"Una cara blanca, pálida, sin emociones. Sus ojos, los ojos más oscuros" decía el Dr. Samuel Loomis (Donald Pleasence) en una escena de la película.¿Correr? Sí claro, pero una vez que te asomas nuevamente ya no está. Se esfumó, se perdió en la densa noche. En un silencio abrumador puede acarrear sus propios pasos que lo lleven hasta ti, lo que en sus ojos no es más que un objeto presto a evidenciar su demencia. La respiración atrapada en su máscara, tal vez sea el sonido más aterrador que escucharás antes de tenerlo frente a ti. ¡Corre! ¡No te detengas! No dejes que sus manos toquen tu humanidad, porque te destrozará hasta el último aliento. Abre bien tus ojos, y cuidate de las figuras que imitan a Michael Myers (no, no serán cómo él).
No hay que preocuparse, él no es humano, sólo dejó de serlo hace mucho tiempo. Desde esa oscura noche de Halloween, bajo aquel traje de payaso sonriente...
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